El hombre de Neandertal es uno de los hallazgos científicos que más interesan al Homo sapiens. Su historiafisionomía es uno de los secretos más guardados todavía por el planeta Tierra. Un nuevo estudio liderado por la universidad de Sapienza (Roma) y con la participación del IPHES ha querido esclarecer estos secretos. Para ello han logrado describir virtualmente el pasado 8 de marzo al hombre de Altamura, uno de los fósiles de neandertal más antiguos. 

 

Autor: Canal Patrimonio

 

Los restos de neandertal de Altamura (Italia) son de los más conocidos, su excelente grado de conservación y la importancia de su yacimiento hace que sean catalogados como increibles. En 1993 un grupo de espeleólogos se encontraba explorando un sistema kárstico cerca de Altamura, concretamente en la cueva de Lamalunga, y después de bajar por un conducto vertical encontraron tres pasillos. Avanzaron por el central y encontraron una sala. Cuando la iluminaron se dieron cuenta de que en las paredes estaban llenas de huesos animales atrapados entre las estalactitas y estalagmitas. Al final del pasillo accedieron a un pequeña cámara donde, en medio de una gran columna, sobresalía un cráneo humano.

Los científicos que bajaron a la cueva tomaron algunas fotografías y vídeos e interpretaron que se trataba de un hombre adulto que podría haber caído por el conducto vertical en el que se acumulaban gran cantidad de animales muertos. En ese momento no sabían de qué especie se trataba ni a qué época correspondía, pero sí vieron que además del cráneo había muchos más huesos del propio individuo. Bautizaron estos restos como el hombre de Altamura. Estos restos se pensó en un primer momento que correspondían a un Homo heidelbergensis. Sin embargo, en 2015, un grupo de la universidad de Sapienza consiguió extraer restos óseos y confirmar que se trataba del susodicho Homo neanderthalensis .

Los avances tecnológicos han posibilitado reconstruir de manera virtual el cráneo.  Los investigadores adquirieron ambas partes expuestas con técnicas digitales por separado: la parte frontal directamente con sensores láser, la otra mitad mediante el uso combinado de fotogrametría, ya que sólo es accesible con sondas telescópicas a través de aberturas en la cortina de columnas más allá del esqueleto. Después se montaron ambas partes mediante ordenador, basándose en cráneos como el encontrado en la Sima de los Huesos de Atapuerca.

El estudio de los restos muestra algunas sorpresas que nunca se habían encontrado en neandertales. Según Giorgio Manzi, coordinador de la investigación “en base a nuestros datos, pensamos que el cráneo de Altamura puede dar luz al debate sobre la evolución de los neandertales. La forma del cráneo del hombre de Altamura entra dentro de la variabilidad de esta especie extinguida, compartiendo características con otros ejemplares clásicos, pero al mismo tiempo muestra afinidades con los antiguos neandertales –como los de Saccopastore, aquí en Roma– o con hallazgos aún más arcaicos, como el cráneo de Ceprano (sur del Lacio), que se remonta a hace unos 400 mil años“. 

Los resultados de este estudio acaban de ser publicados en la prestigiosa revista Communications Biology del grupo Nature, en un trabajo liderado por el Dr. Antonio Profico de la Universidad de Pisa y que ha contado con la participación del Dr. Costantino Buzi, investigador postdoctoral Marie Curie Individual Fellowship en el IPHES-CERCA.