12 años es el tiempo que ha empleado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el proyecto de conservación integral del sitio de pinturas rupestres de Oxtotitlán, en la comunidad de Acatlán, del municipio de Chilapa de Álvarez, en la Montaña Baja de Guerrero. Los especialistas han terminado la restauración de este rico conjunto pictórico en el interior de una cueva caliza, gracias al apoyo de los voluntarios de la comunidad.

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pinturas rupestres Guerrero

El trabajo conjunto se inició en 2003 y gracias al esfuerzo de ambas partes, instituto y voluntarios, hoy es posible admirar los 10 paneles de pintura rupestre localizados en el interior de esa cueva con dos grutas de 20 metros de longitud. Un espacio en el que hace 2.500 años, grupos de filiación olmeca plasmaron un discurso iconográfico vinculado a ritos de fertilidad y petición de lluvia.

En la gruta norte se ubican los trazados más antiguos, monocromos o bicromos (negro y rojo), con una iconografía más clara en términos de filiación olmeca y de mayor formato, que representan jaguares y otras figuras antropomorfas y fitomorfas.

pintura rupestre Guerrero

Tras un pequeño estrechamiento de la cueva, se llega a la gruta sur, donde hay cuatro paneles de pinturas con diseños de formato menor, de 10 cm a medio metro, de color rojo y estilo abstracto. En cuanto al grupo central, está integrado por dos paneles; el principal tiene un personaje de cuatro metros de altura, con una paleta cromática diversa: blanco, verde, rojo, ocre, amarillo… Una figura antropomorfa sentada sobre un trono que representa al monstruo de la tierra con un tocado en forma de ave, cuyas fauces simbolizarían la entrada a la cueva, que en la cosmovisión mesoamericana es el ingreso al inframundo.

El sitio se ubica en la ladera de un cerro. Eminentemente agrícola, su población nahua mantiene una fuerte relación con la naturaleza, su patrimonio y sus tradiciones. La caverna es parte de un asentamiento prehispánico con estructuras de uso civil y administrativo, cubierto por la maleza; en el que lo único visible es la cueva con pintura rupestre.

De Patrimonio en riesgo a Patrimonio recuperado

pintura rupestres Guerrero

Tras diagnosticar varios puntos arqueológicos de Guerrero en 2002, se seleccionó Oxtotitlán por su alta significación y nivel de afectación. El objetivo: redignificar la cueva, andadores y plataformas de acceso, deteriorados por el grafiti y la acumulación de basura, que sumados a la acción de la intemperie dañaron las pinturas, ocultas tras una serie de manchas.
En 2004, la organización World Monuments Watch incluyó el sitio en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro. Sandra Cruz señaló los tres criterios básicos para ser registrados: tener alto significado cultural y relevante para entender el pasado de la región; tener un proceso grave de afectación y que su recuperación sea viable. Por ello, el INAH aplicó medidas urgentes para evitar su pérdida.

Sensibilización y protección

grupo de vigilancia infantil de Guerrero

Actualmente, la cueva está protegida por una cerca perimetral. Además, el ayuntamiento vigila el sitio permanentemente y lo ha dotado de la infraestructura básica para la visita. Dentro del área de protección existe una ladera con vegetación típica de la región, y dados los conocimientos herbolarios de la población, se ha decidido crear un jardín etnobotánico.

También se ha creado el grupo infantil Cuidadores de Oxtotitlán, como una manera de inculcar en los niños el apego a su cultura; además, se está creando el plan de mantenimiento y gestión del lugar, para asegurar la conservación del sitio a largo plazo.

IMÁGENES: Fotografías facilitadas por el INAH del proceso de restauración de las pinturas rupestres localizadas en Guerrero.