La revelación de un secreto de confesión, ha permitido recuperar a la capilla de Sant Jordi del Palau de la Generalitat dos fragmentos óseos que fueron robados junto a varios documentos del Palau en 1940.
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Según han informado desde la la Generalitat, los objetos y documentos robados fueron entregados por el canónigo archivero de la catedral de Tortosa, José Alanyà Roig, al presidente de la Generalitat, Artur Mas, el pasado mes de mayo. El canónigo explicó a Mas que los huesos y los documentos estaban entre los bienes de una persona difunta, y que él los había recibido en secreto de confesión en el mes de febrero anterior.
Con el retorno de los dos fragmentos de hueso, se ha completado el relicario piramidal de Sant Jordi de la capilla del Palau de la Generalitat. “Los huesos superiores hace mucho tiempo que habían desaparecido. Suponemos que podrían haber sido robados alrededor de 1940”, ha explicado Miguel Angel Ramos, arquitecto y subdirector de Obras y Servicios del departamento de la Presidencia.
El relicario de Sant Jordi, obra de Felipe Ros, es una pieza maestra de la orfebrería catalana que data de finales del siglo XVI. Está formado por más de 200 piezas ensambladas con tornillos, tallos internos y remaches y es de plata bañada en oro, posiblemente de oro al mercurio.
IMAGEN: Fotografía cedida por la Generalitat de Cataluña de los trabajos realizados en la capilla de Sant Jordi del Palau de la Generalitat, que ha recuperado dos fragmentos óseos, que fueron robados. EFE