Seis pequeños sensores, controlan desde hace casi dos años, las condiciones de temperatura y humedad de determinados puntos de la iglesia románica de Santa Marina en Villanueva de la Torre (Palencia). A ellos se suman ocho fisurómetros, instalados en la torre, el ábside y el atrio del templo.
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La monitorización del edificio, realizada por técnicos del Plan Románico Norte, promovido por la Junta de Castilla y León, se ha hecho efectiva mediante la inclusión del edificio en el sistema MHS, desarrollado por la Fundación Santa María la Real. Los sensores toman el pulso al templo y “los datos arrojados por uno de los fisurómetros instalados en la base de la torre, indican un riesgo estructural”, explican los técnicos.
A raíz del análisis de los datos, se decidió completar los estudios previos, con un análisis geotécnico, llevado a cabo en dos fases. La primera supuso la realización de cuatro calicatas en el entorno de la base de la torre, y la segunda, un sondeo o ensayo de penetración, para completar los datos obtenidos inicialmente. El informe derivado ha servido para conocer la composición y estado del suelo en el que se asienta el templo y unido a los datos de la monitorización del templo, está sirviendo a los técnicos de Románico Norte para redactar el proyecto de intervención, que garantizará la estabilidad de la torre.
Mejora en las cubiertas de Respenda de Aguilar:
El delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Palencia ha visitado hoy la iglesia, junto al director técnico del Plan y ha comprobado in situ los resultados de la monitorización y el estudio geotécnico. Su recorrido se ha completado con en la iglesia de Respenda de Aguilar donde ha podido ver la intervención llevada a cabo en las cubiertas de la iglesia de San Juan para corregir los daños ocasionados el pasado invierno por las inclemencias meteorológicas.