Los visitantes que acudan al Mont-Saint-Michel a partir de hoy pueden llegar a pie a la turística abadía del noroeste francés por el puente-pasarela que, tras doce años de obras, va a sustituir el acceso tradicional por un dique y recuperar la morfología insular del lugar.
Canal Patrimonio_EFE
“El puente-pasarela, firmado por el equipo de Dietmar Feichtinger, finamente integrado al grandioso paisaje, será el nuevo enlace discreto” con el monumento, afirmó en un comunicado el presidente del organismo que lo gestiona, Laurent Beauvais. La nueva estructura, de 760 metros de largo, cuenta con una calzada central para los vehículos y un paseo recubierto de roble para los peatones. Está previsto que se abra totalmente a la circulación antes del próximo septiembre, según indicó el organismo gestor del monte, que apuntó que aún falta por terminar la mitad de un terraplén de 25.000 metros cuadrados.
La obras concretas para el acceso peatonal se iniciaron en mayo de 2011 y supusieron una gasto de 43 millones de euros del presupuesto total, que asciende a 184 millones de euros. Para 2015 se proyecta que la pasarela y un nuevo aparcamiento, emplazado a dos kilómetros y medio de la abadía, reemplacen al dique histórico y a los antiguos terrenos de estacionamiento, lo que conllevará la recuperación del carácter insular original del entorno.
Inscrito desde 1979 en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco, el primer destino turístico de Francia fuera de la región parisina recibe más de tres millones de visitantes anuales. Feichtinger en una entrevista para el diario galo Le Figaro reconoció que a su obra, no le faltan detractores, pero insistió en que tendrá “un impacto en la actividad de los comerciantes y hosteleros” porque prolongará el horario de visita del monumento que, hasta ahora, se concentraba en unas pocas horas diarias.
IMAGEN: Fotografía de uso editorial facilitada por el Sindicato mixto Bahía del Mont-Saint-Michel, de la turística abadía del Mont-Saint-Michel (al noroeste francés), a la que a partir de hoy se puede llegar a pie por el puente-pasarela que, tras doce años de obras, va a sustituir el acceso tradicional por un dique y recuperar la morfología insular del lugar. EFE