Las obras de restauración de la fachada occidental de la catedral de Ávila, promovidas por el Cabildo y la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, comenzaron hace unos días con la instalación del andamio y las primeras pruebas de limpieza. Paralelamente, se ha llevado a cabo una premonitorización de la seo, destinada a determinar dónde y cómo se instalarán los sensores que servirán para conocer mejor las causas de los daños y patologías que afectan al espacio.

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Detalle fachada catedral de Ávila

La fachada occidental de la catedral de Ávila, atribuida a Juan Guas y reformada en el siglo XVIII, está siendo sometida a un proceso de restauración integral. Por ahora, se han realizado las primeras pruebas de limpieza de la piedra, de rejuntados y eliminación de vegetación. Igualmente, se ha acabado con la palomina de la terraza y se han ejecutado parte de los trabajos de limpieza del cuerpo superior.

El principal problema de la fachada es la humedad que ha derivado en disgregaciones, descamaciones, fragmentaciones y roturas. Para paliar su efecto se está actuando en tres niveles, por un lado, se colocarán unos elementos de cornisa que impidan que el agua moje directamente la piedra con la que está construida la portada. Por otro lado, una de las actuaciones más inmediatas, será la apertura de un hueco que facilite el acceso a la terraza superior, para impermeabilizarla y evitar las humedades que actualmente se filtran hacia la fachada.

Finalmente, se recuperará el valor intrínseco de la portada restaurando el tímpano calado y sus emplomados en el exterior y modificando el cortavientos del interior para que pueda ser contemplada en todo su esplendor.

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Sensores para conocer el estado real de la fachada

Paralelamente a las tareas de restauración, se llevará a cabo una segunda fase de estudio, que permitirá un mejor conocimiento de las patologías que afectan a la fachada. En esta ocasión, se recurrirá a la solución tecnológica smart patrimonio, desarrollada por la Fundación Santa María la Real de Patrimonio Histórico y Telefónica, que ya ha sido instalada también en la muralla de la ciudad.

En este caso, se colocarán una veintena de sensores, que permitirán controlar aspectos como la temperatura, la humedad, la luminosidad o la emisión de gases. Así, tras unos meses de monitorización, los técnicos y el Cabildo, dispondrán de datos científicos sobre el grado de humedad o sobre cuánto afectan realmente la emisión de gases y la contaminación a la piedra de la fachada. Por ahora, se ha realizado una premonitorización destinada a garantizar la cobertura necesaria para la transmisión de datos y a determinar cuáles son los lugares idóneos para la instalación de los sensores.

IMÁGENES: Detalles de las primeras pruebas de limpieza efectuadas en la fachada occidental de la catedral de Ávila. Archivo FSMLRPH_Joaquín García