La casa de subastas Sotheby’s expone en Londres la mayor retrospectiva “no autorizada” del artista urbano Banksy, con obras famosas y otras más desconocidas, que se venden por precios de hasta 600.000 euros.

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Aunque el arte del enigmático Banksy no está concebido para ser “comercializado”, las 70 piezas expuestas, entre pinturas, esculturas y serigrafías, son vendidas en una muestra comisariada por el británico Steve Lazarides, que fue su agente durante una década. “No creo que vuelva a haber una colección como ésta que reúna tantas de sus obras”, dijo Lazarides, que admitió que el grafitero británico “odiaría” esta exposición porque “su arte no está concebido para ser comercializado”.

La estrella de la exposición en Sotheby’s, y también la favorita de Lazarides, es “Pest Control” (Control de Plagas), que Banksy instaló de forma ilegal en el museo de Historia de Natural de Londres en 2004. Se trata de la reproducción de una rata portando una mochila, un bote de espray y una linterna, con gafas oscuras bajo la inscripción “nuestro tiempo vendrá”, con la que el artista critica la proliferación de plagas por los residuos que genera la sociedad. Lazarides consideró increíble que, durante las dos horas que estuvo la rata colocada en el museo hasta que fue retirada por el equipo de seguridad, el público prestaba más atención a esta obra que a la propia colección.

Obras desde 4900 euros:

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En la retrospectiva, con precios que parten de las 4.925 euros  también figuran las imitaciones que Banksy hizo sobre los clásicos del arte, como el “David” de Miguel Ángel con chaleco antibalas o “Los Girasoles de una gasolinera”, marchitos y decaídos imitando a los de Van Gogh.  El “Burguer King (Rey de la hamburguesa, 2006), que representa a un niño negro con corona de la conocida cadena de comida rápida y un plato de comida vacío frente a él, preside una de las salas de la galería.  Su mirada desafiante está dirigida al cuadro que cuelga a su lado, el “Monkey Queen” (Reina Mona, 2001) que representa a un mono con collar y corona, en blanco y negro, ante la Union Jack británica.

También se exhiben algunas de sus primeras obras como “Avon & Somerset Constabulary”, la pintura estampada en Bristol, donde Banksy comenzó su prolífica carrera en 2001, cuando la policía le buscaba y que representa a dos agentes tratando de “cazar” al artista callejero.  Sobre muros salpicados con pintura y trazos de esprays cuelgan enmarcadas también las interpretaciones de pop art que hizo Banksy sobre la “Marilyn” Andy Warhol, representada con su “Kate Moss”, firmada por la propia modelo, o las latas de sopa Campbell, sustituidas por las del supermercado británico “Tesco”.

Lazarides, que ha sido clave en la proyección internacional de Banksy, ha definido el trabajo del misterioso artista urbano como un “compromiso social” seguido por miles de personas simplemente “por la forma de hacer su trabajo”. Precisamente, sobre la incógnita de su identidad, el galerista británico opina que el misterio “es parte de lo que es Banksy” pues no quiere ser tratado como “un famoso”.

La relación profesional entre ambos, que se rompió en 2009, comenzó cuando Lazarides fotografió al artista británico en una ocasión y, desde entonces, le volvió a llamar revelándole donde se encontraban sus obras para que pudiera captarlas con su cámara. De fotógrafo a “conseguidor” para Banksy durante su época de ascenso a final de los años 90, Lazarides se considera un “privilegiado” por haber podido trabajar con el grafitero más cotizado en el mundo.

IMÁGENES:  Una empleada de Sotheby’s posa al lado de la obra de arte “Monkey Queen (2001)” (Reina Mona) y al lado de la obra de arte “Burger King (2006)”,  ambas del artista urbano británico Banksy. EFE