Muebles, artes decorativas y escultura revelan en la exposiciónUna dolce vita?” en Roma el nacimiento del afamado diseño italiano a principios del siglo XX, una época que Italia vivió entre el optimismo y la desgracia de la Guerra Mundial.

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exposición diseño, Italia

A través de las salas repletas de variados objetos, desde jarrones en vidrio de Murano hasta conjuntos de sillas y mesas de excéntricas formas o juguetes diseñados por el movimiento futurista, “Una dolce vita? Dal Liberty al design italiano 1900-1940” exhibe la evolución del estilo decorativo italiano desde sus inicios hasta la Segunda Guerra Mundial. De esta manera, la muestra, que se podrá visitar hasta el 17 de enero de 2016 en el Palacio de las Exposiciones de Roma, indaga en cómo artesanos, ebanistas, ceramistas y maestros vidrieros comenzaron a innovar en su propio oficio junto con pintores de la época para buscar entre todos un estilo acorde a los tiempos.

La primera sala del recorrido expositivo contiene ejemplos de principios del siglo XX de estilo “liberty”, nombre con el que se conoce el estilo “Art Noveau” en Italia: los muebles de formas curvilíneas del artista Carlo Bugatti y pinturas de otros artistas como “Il suono del ruscello”, de Emilio Longoni o las del “divisionista” Giovanni Segantini. El estilo “liberty” fue el primero que abrazaron los artistas de un país recientemente unificado, en 1861, y en el que se estaba formando una clase burguesa que financiaba arte y decoración para sus viviendas, y un nuevo concepto de identidad nacional y artística.

Del liberty a la reinvención de la artesanía

expo diseño, Italia

En las siguientes salas de la exposición abundan los objetos decorativos que reinventan artesanías típicamente italianas, como el vidrio de la isla veneciana de Murano o la tradición renacentista florentina de la cerámica, de las que son ejemplo las decoraciones de Vittorio Secchin en vidrio y los jarrones de Galileo Chini, en los que combina cerámica y estilo “liberty”. Tras este periodo de creatividad y optimismo, surgió en Italia el movimiento futurista, que se opuso al academicismo anterior y propuso un estilo basado en la exaltación del progreso y de la modernidad pero que solo se aplicó en las artes decorativas tras la Primera Guerra Mundial.

Esta época de “modernización” artística se ve reflejada en la exposición a través de las obras de Giacomo Balla y Fortunato Depero, que en 1915 firmaron un manifiesto que se llamó “Reconstucción futurista del Universo“. La mayoría de las obras expuestas en Roma de Balla y Depero son las mismas que decoraban sus propias casas, como los muebles infantiles de colores, tapices y juguetes para niños, una práctica que pusieron de moda en la década de los años veinte en Italia y que se denominó “casas de arte”, en las que todo estaba en venta.

Entre todas las creaciones del movimiento futurista, que en principio buscaba reflejar la velocidad del mundo contemporáneo, destaca una escultura titulada “Profilo continuo Dux”, de Renato Bertelli, en el que el perfil de la cara del “Duce” (el dictador italiano Benito Mussolini) da la forma a una vasija de piedra mayólica negra.

Influencia de la Metafísica y el Realismo mágico

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La última etapa de la evolución de las artes decorativas que se aborda en la exhibición es la influencia de las corrientes artísticas como la “Metafísica” del artista Giorgio De Chirico y Savinio (alias de su hermano, llamado en realidad Andrea de Chirico) y el “Realismo mágico” de Felice Casorati. Se podrán admirar así algunas obras representativas de De Chirico como “Gli archeologi” (Los arqueólogos), en la que dos figuras sin rostro pero compuestas por monumentos de la antigüedad se abrazan en un espacio vacío, o el “Autoritratto con busto di Eurípide”, en la que sale retratado el propio artista.

Aunque el movimiento metafísico fuese exclusivamente pictórico, dejó sus huellas en las artes decorativas a través de las creaciones del ceramista Giò Ponti, que plasma en sus lámparas el estilo clásico y “art decó”, y las de Tomaso Buzzi y Napoleone Martinuzzi en vidrio. El realista mágico Casorati, traslada las características de sus pinturas como “L’attesa” (La espera), donde reproduce un mundo solitario y atemporal, a sus muebles diseñados por encargo de madera negra lúcida sin ningún tipo de ornamento, que ayudan a configurar el mismo ambiente que sus pinturas. Estas últimas creaciones expuestas dejan abierta la puerta a las innovaciones en las artes decorativas italianas, especialmente las del “design” industrial influenciado por las corrientes racionalistas europeas con las que el “design” italiano se construyó una identidad propia. EFE_Paola Bruni

IMÁGENES:  Muebles, artes decorativas y escultura revelan en la exposición “Una dolce vita?” en Roma el nacimiento del afamado diseño italiano a principios del siglo XX. EFE