Una serie original completa de los ochenta grabados que conforman “Los caprichos” de Francisco de Goya ha sido subastada  por 1.445.000 dólares (1.056.290 euros) en la puja que la sede de Christie’s en Nueva York dedicó al pintor español.

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Caprichos_Goya

Realizados entre 1797 y 1798, estos “caprichos” del maestro aragonés partían con una máxima estimación de 600.000 dólares (438.600 euros) por parte de la casa de subastas, cuyo catálogo para se componía de 34 lotes, y se convirtieron en la puja más exitosa de una sesión cuya recaudación total ascendió a 3,8 millones de dólares (2,78 millones de euros). “Obras maestras gráficas de una colección privada” era el título de esta subasta monográfica dedicada a un pintor cuyo corpus creativo, en su mayoría, pertenece a instituciones y museos públicos, por lo que no es un nombre habitual de las subastas. Christie’s, consciente de ello, supo sacar brillo a la ocasión.

“Los caprichos”, realizados por Francico de Goya y Lucientes (1746-1828) como reflejo satírico y macabro de la España dieciochesca, se vendieron a 1,2 millones de dólares (870.000 euros) a golpe de martillo, es decir, sin contar los impuestos. Creaciones de ruptura con su condición de pintor de cámara, de rechazo a las persecuciones inquisitoriales y prolegómeno de una Guerra de la Independencia en la que se le acusaría de “afrancesado”, “Los caprichos” fueron impresos en papel verjurado de color sepia antes de la primera edición oficial.

Así, contienen erratas que luego fueron corregidas en 1799, cuando se produjo la primera tirada, como la forma verbal “viene” escrita con “b” o con alguna tilde extraviada. “El sueño de la razón produce monstruos”, “Asta su abuelo” “Mucho hay que chupar”, “Dios la perdone, y era su madre” o imágenes de la Duquesa de Alba muy distintas a sus famosas “majas” son algunos de los grabados que, entre el tormento, la superstición y la ironía, forman parte de esta etapa del pintor de Fuendetodos, una de las más influyentes de su carrera, hasta el punto de que otros pintores como Eugène Delacroix llegaron a tener una de las series en su poder.

Revolución en la técnica del grabado:

“Los caprichos”, más allá de un logro artístico adelantado a su tiempo, supusieron además una revolución en la técnica del grabado, al ser Goya el primer pintor de relevancia en realizarlos en aguatinta, aguafuerte y punta seca. Sin embargo, aunque el pintor pensó que serían un éxito y planeó imprimir 300 series, finalmente solo se hicieron doce, lo que la convirtió con el paso de los años en piezas todavía más cotizadas.

Su revalorización culminó en la subasta, pues superaron en precio de venta a la que inicialmente había sido prevista como la más valorada, la de treinta y tres grabados de “La tauromaquia” realizados en 1816 que partía con un máximo previsto de 650.000 dólares (475.150 euros). Este lote, que también revisitó en clave negra las tradicionales corridas de toros en España, fue adjudicado por 450.000 dólares (328.950 euros) a golpe de martillo, 545.000 dólares después de impuestos.

Otra serie, esta vez de dieciocho grabados de “Los proverbios”, alcanzó 509.000 dólares (372.079 euros), el mismo precio que “Grupo con mujer dormida”, una litografía individual de 14,7 por 17,5 centímetros que, aunque su estimación había marcado un precio máximo de 70.000 dólares (51.170 euros), se disparó en la puja y cerró de manera sorpresiva la subasta. Entre otros lotes individuales que alcanzaron precios altos, “Fuerte cosa es!”, uno de los grabados de “Los desastres de la guerra”, alcanzó los 125.000 dólares (91.374 euros), al igual que “Se aprovechan”, que se vendió por 106.000 dólares (77.485 euros) . EFE_Mateo Sancho Cardiel.

 

IMAGEN: Un hombre observa un grabado de Goya, perteneciente a la serie “Los Caprichos”. EFE/Archivo