“Los Caprichos”, “Los Desastres de la Guerra”, “La Tauromaquia” y “Los Disparates” son las cuatro grandes series de grabados que Francisco de Goya (1746-1828) realizó como testimonio de los avatares políticos y sociales del siglo XIX en España, según se aprecia en la exposición abierta en Valladolid.

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“Goya. Sus grandes series” es el lema de este muestrario que por vez primera se expone de forma íntegra y conjunta en un mismo espacio, en el Museo de la Pasión de la ciudad de Valladolid hasta el 2 de noviembre, procedente de colecciones privadas y promovida por la Fundación Municipal de Cultura. Goya fue un pintor “muy personal y no lineal”, ha apreciado el historiador del arte e investigador del CSIC, Wifredo Rincón, durante la presentación de estos 218 grabados que sitúan a su autor como un “testigo de su tiempo: hoy sería un reportero gráfico que va y da testimonio, no sólo de la guerra, sino también de otras muchas conciencias sociales”, ha destacado.

Aunque las series relatan temáticas distintas y son cerradas, Rincón ha puntualizado que las cuatro “tienen mucho que ver unas con otras” y ha advertido de que la última etapa de Goya es “la más impresionante”, ya que “hace lo que quiere hacer, porque no gusta a Fernando VII” que prefiere el arte “más bonito” de Vicente López. Es en esta etapa, desde 1814 hasta su muerte en 1828, cuando el sordo genial acredita “su obra más personal” y crea según “sus sentimientos y de su manera de entender la vida”, ha agregado.

Los Caprichos y La Tauromaquia:

La primera serie que Goya dio a la estampa fue la de “Los Caprichos”, un total de ochenta divididas en tres partes -La Educación, La Prostitución y El Sueño-, en las que el pintor “se fija en lo que le rodea” y que “pudieron ser un revulsivo” político y social, pero “se olvidaron”, ha precisado. Tras este conjunto de obras, Goya realizó “La Tauromaquia”, cuarenta grabados al aguafuerte con diferentes escenas taurinas en “Perros al toro”, “Banderillas de fuego” o “Echan perros al toro”.

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Los Desastres de Guerra y Los Disparates:

Rincón ha lamentado que Goya no pudiera “disfrutar del éxito de sus obras, porque gran parte quedaron sin publicar”, ya que dos de las cuatro series -“Los Desastres de la Guerra” y “Los Disparates”- no vieron la luz hasta 1863 y 1864, respectivamente. Su tercera entrega a la estampa, “Los Desastres de la Guerra”, está fechada entre 1810 y 1820 y en ella da testimonio de lo que ve “con elementos dramáticos pero con pretensión de enseñanza”, a pesar de contar con “escenas atroces”, ha matizado el comisario. Por último, en “Los Disparates”, Goya entregó entre 1815 y 1824 un total de dieciocho grabados que permanecieron inéditos hasta 1864 y en los que utilizó un “lenguaje hermético” en piezas como “Lealtad”, en la que un perro defiende a su amo de las burlas de los demás, o “Los Ensacados”, un grupo de hombres dentro de sacos. El historiador ha explicado que los grabados expuestos en Valladolid no son obras únicas, sino parte de tiradas y, a pesar de que ninguna de las que se muestran ahora pertenecen a primeras ediciones, son series “muy bien conservadas”.

 

IMÁGENES: Un hombre observa algunos de los grabados que forman parte de la exposición “Goya. Sus grandes series”, un total de 218 obras partenecientes a “Los Caprichos”, “Los Desastres de la Guerra”, “La Tauromaquia” y “Los Disparates”, que se exhiben en la sala de exposiciones de La Pasión en Valladolid. EFE