Con el primer ejemplar de “Maravillas”, un cuadernillo lleno de historietas que eran propaganda del Movimiento, editado en 1939 como suplemento infantil de Flechas y Pelayos, arranca la exposición “Tebeos de Postguerra”, que muestra la dura realidad social de 1940 a 1960, a través de 127 cómics.

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La exposición, que el Ministerio de Cultura ha inaugurado en el Archivo de la Corona de Aragón, explica en orden cronológico cómo era el país de la época y cómo surgieron algunos personajes como Roberto Alcázar y Pedrín, Pinín, Florita, el Coyote, el Guerrero del Antifaz o el Capitán Trueno, y títulos tan emblemáticos como Pulgarcito, el símbolo de los tebeos de humor y aventura. Según ha explicado el comisario de la exposición, Luis Conde, propietario de los tebeos expuestos, escogidos entre los más de 8.000 que colecciona, su propuesta es una invitación para evocar a través de las historietas infantiles un tiempo pasado que fue decisivo para la sociedad española y un desafío a la memoria colectiva e individual.

La exposición coincide con la 32 edición del Salón Internacional del Cómic de Barcelona, que se celebra del 15 al 18 de mayo, e incluye material de la época como informes de la censura para ver si la publicación seguía las consignas del Gobierno, de la Iglesia, de la moral de la época y del régimen y sus instituciones. Además, contiene objetos como chapas, sellos, recortables, juegos de cartas, llaveros o muñecos de los héroes del momento.

La censura de la época vistió a las heroínas como a Pantera Rubia, que lleva un “body” en la edición italiana y que aparece con falda y una camiseta de manga larga en la española, y se quitan los aspectos sexuales en los dibujos, quedando a veces imágenes en las que se ven mujeres extrañas. También se puede ver una carta de Franco, de noviembre de 1939, dedicada a Flechas y Pelayos en la que advierte: “Seguro que ha de lograr la unidad moral y la hermandad en la patria de todos los niños españoles, haciéndoles buenos cristianos y grandes patriotas”.

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En el apartado Victoria y represión, que abarca del 1939 a 1945, el visitante puede ver los tebeos oficialistas del nuevo régimen en los que se exaltaba el nacional catolicismo con historietas de huérfanos, aventureros y enmascarados con doble vida. En el periodo de 1946 a 1950, que se ha denominado Aislamiento y autarquía, cuando la ONU niega la entrada a la España franquista, se pueden ver cómo se cuelan tímidamente algunas críticas sociales y protestas por las duras condiciones de vida en los títulos que surgen estos años, como Asta, Fredy el Héroe, Tollín el golfillo madrileño, El diablo verde, Los peques o Topolino, entre otros.

El sendero de los pactos agrupa a los títulos surgidos de 1951 a 1955, y en él se puede ver de qué manera España recibe con alegría el final del aislamiento y vuelve al concierto internacional, tras los acuerdos con el Vaticano y con EE.UU., de forma que los cómic de entonces, Tony y Anita, Pacho Dinamita, El Sargento Invencible, Cimarrón o Mendoza Colt, apoyan la presencia estadounidense en Europa, África y Asia con sus tropas. Las títulos de los años 1956 a 1960 se enmarcan en la sección Del campo a la ciudad y están marcados por la migración interna que hace que la población rural se vuelva urbana huyendo de la miseria y dureza del campo, una época en las que triunfaron títulos como Milton el corsario, El pequeño trampero, Policía del espacio, Don Zeta, Rin Tin Tin, Dick Relámpago o el Cosaco Verde.

La exposición incluye un apartado dedicado al cómic en catalán que muestra un facsímil de la primera portada de Patufet, de 1904, y curiosidades como la revista traída de Italia para mujeres Gran Hotel, que era como una fotonovela coloreada, algo atrevida para la época, según Conde, que llegó a tirar 150.000 ejemplares y fue cerrada por el Ministerio de Información y Turismo por su contenido.

IMÁGENES:  Diferentes vistas de la exposición “Tebeos de Postguerra”, que el Ministerio de Cultura ha inaugurado hoy en el Archivo de la Corona de Aragón y que explica en orden cronológico, a través de 127 cómics, la dura realidad social de 1940 a 1960, cómo era el país de la época y cómo surgieron algunos personajes tan conocidos como Roberto Alcázar y Pedrín, Pinín, Florita, El Coyote, el Guerrero del Antifaz o el Capitán Trueno. EFE