Eros y Afrodita, dioses griegos del amor, el sexo, la belleza y la fertilidad, se han encontrado con sus homólogos romanos, Cupido y Venus, en pleno centro de la moderna Sofía, en Bulgaría.
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El encuentro de estas deidades ha sido propiciado por una exposición que reúne los hallazgos arqueológicos realizados en el país balcánico durante el año pasado. La pareja griega, tallada en mármol y del tamaño de un niño, data de los siglos II y III a.C., y fue encontrada cerca de Varna, la que es capital marítima búlgara y que en tiempos fuera un puerto estratégico para los imperios de los que Bulgaria formó parte: la Antigua Grecia y los imperios Romano y Bizantino. Venus y Cupido, en diferentes versiones de mármol, hierro y madera, descansan en una vitrina no lejos de los dioses griegos.
Encrucijada de pueblos y culturas
“El territorio sobre el que hoy existe Bulgaria formaba parte de tres imperios, entre ellos el Romano y el Bizantino, y además era una encrucijada de varios pueblos y culturas, empezando por los tracios y pasando por eslavos, nómadas, bárbaros y protobúlgaros “, relató una guía del museo. Gracias a la floreciente cultura y artesanía de estos periodos, en la región de Varna y la pequeña ciudad de Sozopol (Apolonia Póntica en tiempos de la Antigua Grecia) se ha logrado recopilar un numerosos artefactos construidos en oro. El pequeño tesoro incluye máscaras funerarias, varias ollas, utensilios cotidianos, una funda de cuchillo e incluso un anillo con una inscripción en el alfabeto griego que,según se cree, pertenecía a un desconocido soberano local.
Frente a Eros y Afrodita, en el otro extremo del museo, se alzan las estatuas de Apolo, el hijo de Zeus, del siglo II d.C., y de la diosa griega de la guerra, la civilización y de la justicia, Atenea, encontrados en Bulgaria del Sur, cerca de las ciudades de Svilengrad y Haskovo. “Son dioses de diferentes épocas y civilizaciones pero conviven juntos y en paz, sin discutir entre ellos por saber quién es el más antiguo e importante. Están callados en su eternidad y gozan mutuamente de su tesoro de oro”, bromea la guía del museo nacional de arqueología.
Un viaje en el tiempo con vocación itinerante
El museo alberga un rincón especial para accesorios de caballos, en hierro, bronce y oro, además de piezas de carros militares romanos. Todo el material está restaurado y expuesto en este museo, que originalmente fue construido en el siglo XV como mezquita, durante la época en la que Bulgaria formaba parte del Imperio Otomano. “Incluso este edificio, el más viejo y mejor conservado en Sofía, se encuentra sobre un terreno que tiene estratos culturales de varias épocas, empezando por el período prehistórico”, relató la guía.
Durante diversas excavaciones en los terrenos adyacentes al propio museo se encontró un busto de la diosa de la mitología griega, Artemisa, y restos de la muralla de la fortaleza romana Sérdica, uno de los antiguos nombres de Sofía. Si se quiere viajar en el tiempo a través de la exposición, la aventura comienza dieciséis siglos antes de Jesucristo, fecha de la que data un arnés de bronce y hierro y un casco adornado con cuernos, parecido a los que llevaban los vikingos, además de algunas armas. Algunos siglos más tarde se sitúan las miniaturas de animales, hechas en hierro, fechadas en el siglo VII antes de Jesucristo, y encontradas cerca del poblado contemporáneo de Sevlievo, en Bulgaria Central. El Museo Nacional de Arqueología de Bulgaria albergará la exposición hasta finales de marzo y después está previsto que la colección viaje a diferentes partes del mundo, visitando otros museos donde pueda ser disfrutada por ciudadanos de diferentes países.
IMAGEN: Estatua del dios Apolo (i), que forma parte de la exposición que ha inaugurado el Museo Nacional de Arqueología de Bulgaria con diversos hallazgos arqueológicos realizados en el país balcánico durante el año pasado. EFE