Por un instante, en la iglesia del viejo monasterio premostratense de Aguilar de Campoo, vuelven a escucharse sonidos románicos. Son las voces de los ocho alumnos del I Taller de Música Medieval, organizado por la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico. Guiados por la especialista Paloma Gutiérrez del Arroyo interpretan una monodia del siglo X.

Canal Patrimonio

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¿Cómo sonaban las monodias medievales ? ¿Cómo se transcribían y cómo se interpretaban ?

Son algunos de los aspectos que han podido conocer ocho profesionales y aficionados a la música. Procedentes de Madrid, Galicia, Palencia, Mallorca y el País Vasco han participado durante dos jornadas y media en el I Taller de Música Medieval.

Guiados por Paloma, se han acercado a las primeras monodias escritas en la Edad Media, cantos a una sola voz, transcritos en latín en manuscritos de los siglos X al XII, coincidiendo con el apogeo del románico. Han podido vivir en primera persona la experiencia del intérprete, cantor y la del escriba o notator.

El cantor

Desde la perspectiva del cantor han estudiado piezas extraídas de los manuscritos más antiguos que aún conservan notaciones musicales, han trabajado tanto las melodías como el gesto vocal necesario para producirlas.

Primero se leen los manuscritos originales para después interpretarlos. Siguiendo este método, han puesto en práctica los conocimientos adquiridos, llenando con sus voces las estancias del cenobio medieval.

El copista musical

Una vez familiarizados con las melodías, los alumnos también han podido experimentar la sensación del copista medieval, al transcribir cantos memorizados previamente y otros desconocidos. De este modo son conscientes de la diferencia entre el escriba que domina y conoce la melodía y el que la desconoce y, por tanto, está mucho más expuesto a cometer errores en la copia y a anotar con mayor indecisión.

IMAGEN: los alumnos del I Taller de música medieval. FSMLRPH