La Unión Europea (UE) estudia dotarse de normas contra la importación de bienes patrimoniales expoliados por el Estado Islámico (EI) en países como Siria. No hay que olvidar que el tráfico ilícito de patrimonio representan la segunda fuente de financiación del grupo terrorista después del petróleo.

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Durante un debate de los ministros europeos de Cultura, los representantes de algunos países de la Unión pidieron a la Comisión Europea (CE) una evaluación del impacto del tráfico ilícito de los bienes culturales expoliados, explicó el comisario europeo responsable de Educación, Cultura y Juventud, Tibor Navracsics. En particular, se examinará el volumen del tráfico ilícito de esos bienes y otros aspectos fiscales y aduaneros para que “probablemente a mediados de 2016” tratar nuevamente la cuestión en el Consejo de Cultura y, “en el caso de que exista consenso, se podrá empezar a trabajar en una legislación a nivel de la UE”, dijo el comisario.

El ministro español de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, señaló en el debate que “es necesaria la coordinación europea”, que aporte un valor añadido al conjunto de las iniciativas nacionales “tanto en la preservación del patrimonio, como en la lucha contra el trafico ilícito de bienes culturales”. El ministro añadió que “en un mercado cada vez más global, la UE no solo necesita una postura común en materia de exportación, sino que precisa también tener criterios uniformes en todo lo relativo a la importación” y que solo de esa manera “conseguiremos que el territorio de la Unión no sea un terreno fácil para introducir bienes procedentes de otros países”.

De 300 a 900 monumentos destruidos por el conflicto en Siria

Entre 300 y 900 monumentos o lugares arqueológicos han sido destruidos, dañados o saqueados desde el inicio del conflicto en Siria. Los ministros debatieron en particular el papel que puede desempeñar la UE y la manera de asegurar un enfoque coordinado y coherente. El ministro búlgaro, por ejemplo, solicitó expresamente, la prohibición de la exportación e importación de ese tipo de bienes, “para garantizar el retorno a su país de origen”. En la misma línea, el representante portugués indicó que “no puede descartarse la necesidad de crear medidas jurídicas más coercitivas para el control y sanción de este tráfico” y consideró útil “una guía de procedimientos comunes para luchar contra el tráfico ilícito de bienes culturales” y más cooperación policial en ese mismo ámbito.

El Reino Unido defendió una declaración “fuerte” de la UE, así como “acciones prácticas” que permitan ayudar a los países que sufren una pérdida de patrimonio. Desde Grecia se subrayó que lo sucedido en Siria, Irak y Libia “ha sacado a la luz la financiación de organizaciones terroristas con tráfico ilegal de bienes culturales” y se consideró “esencial” que todas las instituciones a nivel internacional “se movilicen para mejorar la celeridad y eficacia de las acciones” en este ámbito.

IMAGEN:  La antigua ciudad de Palmira en Siria. EFE/Archivo