Si hablamos de conservación preventiva con cualquier persona que no tenga algún tipo de relación con el mundo de la restauración del patrimonio, uno de los comentarios que surgirá en la conversación será “claro, es mejor prevenir que curar”. Y estarán en lo cierto, pero solo en parte.

Canal Patrimonio_Joaquín García

El concepto básico resulta casi de sentido común. Es mejor realizar pequeñas inversiones de mantenimiento que grandes y costosas actuaciones de reparación de problemas no atajados a tiempo. Sin embargo la conservación preventiva es un concepto desarrollado en los últimos años que va mucho más allá de esta cuestión de “sentido común”. Desarrollado en España por el Instituto de Patrimonio Cultural de España, el IPCE, el Plan Nacional de Conservación Preventiva establece una serie de principios que hacen de la conservación preventiva una actividad de rango superior en la conservación del Patrimonio Cultural.

La conservación preventiva se aborda como estrategia de identificación, detección y control de los factores de deterioro de los bienes culturales, con el fin de minimizar sus efectos en los mismos. Consiste en una actuación continuada en el entorno de los bienes para evitar, en la medida de lo posible, la intervención directa sobre los mismos. La complejidad en la conservación de los bienes culturales, en especial de algunos, como los centros históricos de las ciudades, los paisajes culturales, el arte rupestre y los bienes culturales ligados a ecosistemas naturales, o los componentes del patrimonio inmaterial, exige herramientas específicas y complejas, muy diferentes a las desarrolladas hasta ahora para la aplicación de estrategias adecuadas de conservación preventiva.

 El Plan Nacional de Conservación Preventiva se concibe como el instrumento necesario para la generalización de modelos organizativos, métodos de trabajo, criterios de actuación y protocolos o herramientas de gestión como principio fundamental para la conservación del patrimonio cultural y su mantenimiento de forma viable y sostenible en el tiempo. Todo ello teniendo en cuenta los recursos disponibles, la necesidad de compatibilizar el deseable uso y disfrute de los bienes culturales con su conservación, y la necesaria implicación de la sociedad en este objetivo.

”Con el encargo del Plan de Conservación Preventiva del Alcázar de Sevilla por parte del Patronato del Real Alcázar, la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico está pudiendo explorar los límites de una herramienta que consideramos que es el futuro de la intervención en materia de Patrimonio.

La idea fundamental, desarrollada a partir de los principios expresados en el Plan Nacional y adaptada a las necesidades reales del promotor del encargo, es generar una herramienta de uso sencillo que se sitúe en el escalón superior de la toma de decisiones en la gestión diaria y a largo plazo del conjunto monumental. Esta gestión buscará preservar y potenciar sus valores esenciales así como hacer partícipe a la sociedad del proceso.

 

El trabajo se plantea según la siguiente metodología:

Elaboración de un inventario, identificación y caracterización de riesgos, propuesta de acciones y evaluación continua de todo el proceso.  

El inventario resulta ser la piedra angular de todo este proceso. Se concibe como un registro activo, en permanente desarrollo y evolución, puesto que de otra manera carecería de sentido la creación de una herramienta que quedase desactualizada el mismo día de su entrega.

Se estructura en dos bloques fundamentales: el correspondiente a los aspectos de gestión del monumento, de la estructura interna y de funcionamiento de la entidad; y el relativo a los aspectos materiales del conjunto, de su configuración espacial y la de los elementos que lo constituyen. Estos dos bloques no son estancos sino que existen relaciones entre ellos, identificándose aquellas en las que la interacción puede tener alguna relevancia en la conservación del monumento.Desde el comienzo del trabajo, se pensó en la creación de una base de datos para organizar y sistematizar toda la información, esta base de datos se está trabajando mediante la integración de un sistema de información geográfica y una base de datos en MySQL.

En el primer bloque se hace preciso identificar en el Alcázar su estructura orgánica, los procesos de toma de decisiones, la estructura laboral, los procesos de contratación de los diferentes agentes que interactúan, la identificación de los agentes activos en cada momento de la vida del Alcázar, entre otros. Se trata de conocer en profundidad el funcionamiento de la institución en todos los niveles de decisión, para detectar cómo afectan, o pueden afectar, los diferentes procesos en la conservación presente y futura del monumento.

En el caso de la identificación material dadas las dimensiones del conjunto monumental y la complejidad de sus estructuras, se establece una unidad mínima de registro en la base de datos que permite abordar el trabajo sin perderse en los detalles.Esta unidad mínima se ha denominado “elemento” y corresponde con unidades constructivas coherentes en si mismas pero que podrían, llegado el caso, descomponerse en componentes aún más sencillos. Se considera que el grado de detalle que se alcanza con los elementos escogidos es suficiente para el desarrollo de un Plan de Conservación Preventiva. Algunos de estos son las carpinterías, fuentes, techumbres, azulejerías, yesos y cubiertas, entre otros.

No entraremos en este artículo en los procesos de creación de la base de datos, únicamente referiremos que se ha decidido el empleo de una codificación que asigna un identificador único a todos y cada uno de los espacios que componen el Alcázar, de forma que cualquier elemento que se quiera identificar estará relacionado por este identificador único que ayuda a la generación de consultas complejas, que facilitan la gestión del monumento.

Hasta la fecha de la redacción del presente artículo, el Real Alcázar de Sevilla ha ido dando numerosos pasos en el desarrollo de procesos relacionados con la conservación preventiva. De hecho es una política que la dirección actual tiene completamente establecida. Por ello, uno de los objetivos de la contratación del Plan de Conservación Preventiva es recopilar y sistematizar mucha de la información que se ha generado hasta el momento en esta materia.


Los estudios y trabajos que se han realizado o que están en este momento en curso son:

• Plan de Ordenación de las Restauraciones del Conjunto Monumental del Real Alcázar de Sevilla.• Proyecto de Conservación Preventiva y Mantenimiento de Fuentes del Real Alcázar de Sevilla. • Propuesta para la Conservación Preventiva y Mantenimiento de las Carpinterías del Palacio del Rey Don Pedro I.• Plan de Conservación Preventiva de las Techumbres del Cuarto Alto.• Elaboración y Redacción del Proyecto de Conservación y Restauración de los Revestimientos Cerámicos del Palacio Gótico• Proyecto de conservación y restauración de los alicatados de la planta baja del Palacio Mudéjar.• Informe para las Actuaciones de Urgencia de Conservación Preventiva y Mantenimiento de las yeserías del Palacio         Mudéjar. Real Alcázar de Sevilla.• Estudio de patología y estabilidad estructural del Salón de Embajadores del Real Alcázar de Sevilla.

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