La iglesia de la Trinidad, uno de los templos más genuinos del románico de Segovia ha recuperado su estabilidad y prestancia original, gracias al proyecto de restauración, promovido y financiado por la propia parroquia, en colaboración con la Fundación Caja de Burgos, la Obra Social “la Caixa” y la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.

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Antes y después de la resturación de la iglesia de La Trinidad

La intervención se ha concretado en un proyecto integral centrando en corregir los problemas estructurales del edificio y facilitar una correcta comprensión del conjunto. Con una inversión total de 600.000 euros, el proyecto ha propiciado, además, el redescubrimiento y la restauración de algunos elementos singulares.

“Comenzamos a trabajar en este proyecto hace ya cuatro años, con la que entonces era la Fundación Patrimonio Histórico de Castilla y León”, recordaba Rosa Pérez, directora del Área Social de Fundación Caja de Burgos, durante la visita a la iglesia de la Trinidad. “Lo concebimos como una actuación integral en uno de los templos más representativos del románico segoviano y hoy la obra se ha culminado gracias a un trabajo exhaustivo y riguroso, que ha servido para mejorar el conocimiento que hasta ahora teníamos del templo”, continuaba.

En el mismo sentido se expresaba el director de instituciones de CaixaBank en Castilla y León y Asturias, Gerardo Revilla, quien agradecía la participación de la parroquia y la implicación de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, durante todo el proceso. Por su parte, Juan Carlos Prieto, director de la entidad cultural incidía en la importancia de que proyectos como éste, basados en la colaboración institucional, tengan su “réplica” en otros lugares y contribuyan a mejorar la puesta en valor del patrimonio.

“Como sacerdote pido a Dios que las generaciones futuras puedan orar en este templo, escuchar la Palabra de Dios, participar en las celebraciones litúrgicas y gozar contemplando esta belleza”, comentaba, visiblemente emocionado, el párroco D.Andrés Calle. Su deseo, será posible, ya que uno de los aspectos que ha procurado la intervención, tal y como explicaba el arquitecto, Joaquín García, director del proyecto, es el de facilitar el futuro mantenimiento del edificio.

Proyecto integral

Desde el inicio, la restauración se planteó como un proyecto integral que ha contribuido no sólo a garantizar la  estabilidad estructural del conjunto, sino también a resolver el problema de evacuación del agua de lluvia. Los trabajos se han centrado en el refuerzo de las estructuras, mediante la consolidación y cosido de las fábricas,  la limpieza, tratamiento de la piedra, renovación de los rejuntados en mal estado, restauración de cornisas, impostas y otros elementos, repaso completo de las cubiertas, reparaciones en la torre; así como otras actuaciones en las bóvedas, el ábside, pavimentos y elementos de carpintería.

Del mismo modo, se ha levantado el solado en el perímetro exterior del ábside, para sanear el arranque de los muros y evitar la humedad. La actuación ha servido también para reforzar el encuentro del zócalo del muro del testero con la fachada norte y reparar el deterioro originado por el agua.

Recuperación de dos ménsulas

Otro de los aspectos destacados de la actuación ha sido la recuperación y puesta en valor de las policromías, en tonos rojos y negros, de dos elementos singulares, unas ménsulas, colocadas en  el arranque de los arcos de refuerzo de las bóvedas, construidos entre el final de la terminación del edificio románico y una intervención renacentista.

La decoración de ambas piezas era apenas perceptible debido al paso de los años y a sendas  intervenciones, una en época barroca, que eliminó gran parte de la decoración original, al cubrir las ménsulas con otras de yeso, y otra de los años 40 que ocultó definitivamente la policromía original. Pese a todo, las ménsulas permanecían intactas y, gracias a los estudios realizados durante la redacción del proyecto, ya se intuía su presencia, lo que ha facilitado su recuperación.

Seguimiento arqueológico

En todo momento, se ha llevado a cabo un seguimiento arqueológico para controlar los movimientos de tierra, que ha permitido sacar a luz restos de algunos de los niveles de uso originales. Aunque, inicialmente, no estaba contemplado, a instancias de la propia parroquia y del Obispado, se amplió el proyecto rebajando la cota existente de forma que tanto la nave como el presbiterio ganan en esbeltez y se permite la visión de las basas de las columnas, antes ocultas por el pavimento.

La rehabilitación se ha completado con la modernización de los trazados eléctricos y la dotación de una iluminación adecuada para este templo construido en el siglo XII e incluido en la declaración de Patrimonio Mundial que ostenta la ciudad desde 1985.