El ministro de Justicia del estado federal de Baviera (sur de Alemania), Winfried Bausback, pretende poner en marcha una ley que impida que aquellos que hayan heredado o comprado objetos siendo conscientes de que fueron arrebatadas a sus dueños legítimos, puedan beneficiarse de la prescripción del delito.

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Esta iniciativa, presentada por Bausback a la revista alemana “Der Spiegel”, surge después del hallazgo a finales de 2012 del llamado tesoro de Múnich en la casa de Cornelius Gurlitt, de 79 años. Gurlitt poseía cerca de 1.500 obras de arte procedentes de la colección de su padre, el marchante Hildebrand Gurlitt, que durante la época nazi había comerciado, con autorización del régimen, con arte de las vanguardias de comienzos del siglo XX, calificado por los nazis como “arte degenerado”.

Sin embargo, Gurlitt se negó hasta ahora a colaborar con la investigación y persiste la duda sobre si parte de las obras pueden proceder de requisaciones forzosas a propietario judíos y otras personas perseguidas por el régimen de Adolf Hitler (1933-1945). Por su parte, la fiscalía de Augsburgo (sur del país) se planteó esta semana devolver a Gurlitt los cuadros que no estén bajo sospecha de haber sido robadas a víctimas del nacionalsocialismo.

En este caso Bausback opinó que a Gurlitt sólo se le deben devolver aquellas piezas de las que “demuestre sin duda su propiedad”. Igualmente,  expresó su sospecha de que las pinturas puedan pertenecer a otras personas,  por lo que la fiscalía no debería devolvérlas.

Según indicó el político bávaro “ha pasado mucho tiempo sin que sepamos de donde proceden esas obras, por lo que esta tarea debe ser acometida con más presión y mayores recursos. Sería difícilmente soportable si se les respondiese ahora a los propietarios, que sus derechos ya han prescrito”, dijo el ministro de Justicia de Baviera.

IMAGEN:  Fotografía sin fechar facilitada por la oficina del fiscal de Augsburgo de la litografía “Asche” (1899) de Edvard Munch.