En la ciudad de Cartagena de Indias, al norte de Colombia, se ubica uno de los paisajes fortificados más extensos del Caribe. Está conformado por un sistema de defensa que conserva muchas de sus fortificaciones aun en pie, un gran conjunto de complejos de producción, redes de caminos ancestrales y militares por tierra y agua, restos arqueológicos, poblaciones en el entorno de los bienes, portadas de manifestaciones de patrimonio inmaterial, comunicados a través de esta red de caminos ancestrales, todo ello conformando una gran colección de patrimonio material, inmaterial, arqueológico y sumergido, que da cuenta de la importancia de la ciudad entre los siglos XVI y XVIII

 

Un artículo de Mariana Curulla, Claudia Rosales y Mónica Orduña

 

En 1984 recibe la declaratoria como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad como Puerto, Fortaleza y Conjunto Monumental, bajo los criterios IV y VI, pues “Cartagena es un ejemplo eminente de la arquitectura militar de los siglos XVI, XVII y XVIII, el más extenso del Nuevo Mundo y uno de los más completos” y “Cartagena, junto con La Habana, y San Juan, Puerto Rico (ya incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial), fue un eslabón esencial en la ruta de las Indias Occidentales. El bien se ajusta al tema general de la exploración mundial y las grandes rutas marítimas comerciales”.

Todo lo anterior ha llevado a la ciudad a ser conocida internacionalmente, con algunos desafíos como el reconocimiento como destino turístico o el hecho de contar con un puerto en funcionamiento que aún mantiene su importancia en el Caribe. También está la presión inmobiliaria con desarrollos urbanos en el entorno de los bienes que conforman el conjunto fortificado. Ello ha generado un gran impacto no solo a nivel arquitectónico y urbanístico, sino social, con fenómenos de gentrificación y turistificación de los espacios patrimoniales a todo nivel, involucrando a quienes habitan estos territorios, y que les otorgan valor y validan su identidad. 

Con un paisaje cultural que ocupa cientos de kilómetros cuadrados, hay una gran responsabilidad con un reto enorme para su gestión, que permita lograr un equilibrio y mantener las características patrimoniales.  

 

El Plan Especial de Manejo y Protección, una herramienta para el manejo integral del patrimonio

La complejidad del paisaje que alberga el patrimonio cultural de Cartagena llevó a la necesidad de construir una herramienta que tuviera en cuenta no solo los bienes que conforman el patrimonio cultural material, sino también el entorno natural, las comunidades asentadas en el territorio, su patrimonio inmaterial y su interacción con los bienes. Se realizó un extenso trabajo de campo, que incluyó la participación de expertos en todas las áreas, además de talleres de participación comunitaria y cartografía social, encontrando afectaciones que van desde lo cultural y patrimonial hasta lo natural, mostrando además la fragilidad de la relación del paisaje fortificado con la comunidad. 

Con este diagnóstico, se construyó el Plan Especial de Manejo y Protección del Paisaje Cultural  Fortificado de Cartagena, que contempla de forma integral el patrimonio natural, material e inmaterial y desarrolla estrategias y programas para que los diferentes actores, a nivel nacional y local que tengan responsabilidad en el territorio, y que puedan actuar no solo en la protección, sino también en la divulgación y puesta en valor de Cartagena y su  paisaje cultural como Sitio de Patrimonio Mundial. 

 

 

Un sistema de monitorización para apoyar su gestión

Con un área de varios cientos de kilómetros cuadrados, la pregunta es: con recursos limitados, ¿cómo conocer el estado de conservación de los bienes para tomar decisiones y priorizar acciones, para gestionar de la mejor manera posible el patrimonio cultural? 

Dentro del Plan Especial de Manejo y Protección se planteó la necesidad de realizar la monitorización permanente al patrimonio con la ayuda de sensores, que permitieran conocer y estudiar su comportamiento con relación a los diferentes factores que lo afectan. El Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena desde 2021 ha venido trabajando con el acompañamiento técnico de la Fundación Santa María la Real de España, para hacer realidad este proyecto. 

Se desarrollaron mesas de trabajo con diferentes entidades del distrito y a nivel nacional relacionadas con las fortificaciones, medio ambiente, espacio público, universidades, entre otros, para conocer las necesidades de cada una, para la caracterización y protección del patrimonio cultural desde todos los frentes. A partir de este ejercicio preliminar, se realizó una selección de puntos y variables a medir. 

Con la información derivada de estas jornadas, entre 2022 y 2023 se planteó un primer piloto, gracias a una beca del Ministerio del interior y las comunicaciones del Gobierno de Japón, entregada a través de Qunie Corporation. Por sus características de inmueble representativo del patrimonio, la presencia de colecciones de relevancia para la ciudad y las problemáticas que presentaba en ambos aspectos, la edificación seleccionada fue el Teatro Adolfo Mejía, un inmueble ubicado en el centro histórico. Se inicia así esta travesía que busca tomar decisiones para preservar un vasto patrimonio en riesgo por múltiples factores.

 

Por: Mariana Carulla

Restauradora de bienes muebles

Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena

 

Claudia Rosales

Arquitecta Restauradora

Escuela Taller Cartagena de Indias

 

Mónica Orduña

Arquitecta restauradora

Ministerio de Cultura de Colombia

 

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