Los arqueólogos han hallado en Pompeya restos de un impresionante palacio conocido como Casa de Júpiter. El flujo piroplástico, las cenizas solidificadas del volcán Vesubio, ha contribuido a conservar casi dos milenios después los impresionantes frescos que decoraban el edificio

 

 

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El edificio está dedicado al soberano del Panteón romano, pues se ha hallado una representación suya en un pequeño altar, que ya fue explorado en los siglos XVIII y XIX, según demuestran los túneles y zanjas que se empleaban en época borbónica, aún abiertos. Sin embargo, gran parte de esta domus permanecía aún sepultada por la tierra y la ceniza y poco a poco se va sacando a la luz su planta, compuesta por un atrio central rodeado por habitaciones decoradas y un largo callejón con balcones y una columnata.

Estas habitaciones tienen una rica decoración, propia del primer estilo pompeyano, un lenguaje artístico inspirado en la cultura helenística y que consistía en capas de estuco en la pared en forma de rectángulos coloreados, como si fueran mármol policromado.

Una estética que no se encuentra en ninguna otra urbe romana de Italia y que, sin embargo, está presente en las paredes de la Casa de Júpiter de Pompeya, con lastras pintadas en colores vivos como el rojo, el negro, el azul, el amarillo o el verde.

 

 

Muro y friso
Se conserva además la parte superior del muro, decorada con una ancha cenefa con molduras en estuco blanco. En los alrededores se han encontrado numerosos fragmentos que se cree que pudieron formar parte de un friso dórico con ornamentos en rojo y azul que coronaba el atrio del edificio. En sus muros también se representan figuras geométricas, aves como el pavo real, helechos o ramas con flores. Los arqueólogos consideran “muy probable” que la casa mantuviera esa decoración, propia del periodo entre el siglo III y el I a.C, para los espacios más nobles y de representación del palacio, pues en otras casas fue sustituida por frescos y estilos más modernos.

 

Mural
A pocos metros de distancia de la Casa de Júpiter se ha descubierto un impresionante cuadro mural, casi perfectamente conservado, que muestra la escena de un sacrificio en el bosque, en torno a lo que parece ser un olivo. Una pintura que los expertos ya celebran como una de las primeras escenas de “cierta complejidad”, junto a otra hallada en una alcoba cercana y que presenta a Adonis herido por la diosa del amor, Venus.

 

El desastre del Vesubio
Toda esta belleza quedó sepultada durante casi dos milenios por la violenta erupción de fuego, ceniza y vientos tóxicos del imponente Vesubio, que arrasó también otras localidades cercanas como Herculano o Estabia. El desastre llegó de improviso y en el lugar se han encontrado objetos y enseres que dan información sobre la vida cotidiana de la ciudad.
Además se han encontrado restos de un incendio que afectó a la Casa de Júpiter, en una de sus salas, adyacente a otra domus que está siendo descubierta y que se conoce como la de las “Bodas de Plata”. El fuego ennegreció la pared de la estancia y sus frescos y afectó también a su mobiliario pues se han documentado restos de madera carbonizada, pertenecientes presumiblemente a una cama.

IMÁGENES: Vista de las excavaciones en el área del Regio V en el yacimiento arqueológico de Pompeya. EFE