La Guardia Civil investiga el robo de parte de una yesería del siglo XIV en el Real Alcázar de Sevilla, una pieza que tiene un gran valor histórico para comprender cómo fue la construcción y decoración original del monumento, que es uno de los palacios en uso más antiguos del mundo.

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Vista de El Real Alcázar de Sevilla

 

La pieza, de unos 50 por 25 centímetros, estaba ubicada en la zona de los “camaranchones”, en una buhardilla situada en la parte superior del Cuarto Real Alto, que era originalmente la parte más elevada del palacio de Pedro I. El alcaide del Alcázar, Bernardo Bueno, ha explicado que se trata de una pieza muy valorada porque contribuye a determinar la construcción del monumento, aunque ha advertido de que fuera de ese contexto no tiene demasiado valor en el mercado, por lo que podría tratarse de algún “coleccionista fetiche“, que deseaba esa pieza en concreto, y ha accedido a un área habitualmente restringida a los visitantes.    “Allí no va nadie, tiene que ser alguien especialmente interesado”, ha agregado el alcaide, quien además considera que debió ser una persona que pudiera acceder sin problema a esa zona.

Aunque el robo se denunció en 2013, no se ha hecho público hasta el momento, debido a un cambio en la dirección del Alcázar y a que la Guardia Civil solicitó cautela, para poder continuar con las investigaciones.

Desde Patrimonio Nacional, se ha apuntado que el robo se produjo en unas dependencias del Real Alcázar, “cuyo control de acceso y seguridad lo ejerce de forma exclusiva el Patronato del sitio”, han añadido que el resto de dependencias del Cuarto Alto, que son gestionadas por Patrimonio Nacional, así como los bienes situados en ellas “no han sufrido, en ningún caso, sustracción o daño alguno”.

Además, han  indicado que una vez que se conoció la sustracción de la yesería se puso en conocimiento de la Unidad de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, “que viene llevando a cabo las correspondientes investigaciones”.

 

IMAGEN: Vista de El Real Alcázar de Sevilla, uno de los palacios reales en uso más antiguos del mundo. EFE/Archivo