La catedral de Santiago necesita una intervención de urgencia para solucionar las graves patologías que presenta su estructura, principalmente las cubiertas y las fachadas.

Canal Patrimonio

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Las inclemencias climatológicas de los últimos meses, con abundante lluvia y fuertes vientos, han puesto de manifiesto la necesidad de una intervención urgente. La prueba más palpable de ello es la que los visitantes del templo comprueban con sus propios ojos: cubos bajo las goteras en puntos emblemáticos de la basílica, o una lona de llamativo color azul que cubre la capilla del Pilar para que el agua no dañe las obras de arte que alberga la seo.

También los problemas de filtraciones, desconchados y humedades son patentes en el cimborrio, en varias capillas y en el transepto, precisamente de donde cuelga el botafumeiro, el gigantesco incensario y uno de los símbolos más populares del templo compostelano.

Actualmente el templo se encuentra en proceso de rehabilitación en algunas de sus principales zonas, como la torre norte de la fachada del Obradoiro; el Pórtico de la Gloria, pendiente de concluir minuciosos estudios técnicos, o el anexo Palacio de Xelmírez, que acogerá este año exposiciones conmemorativas del octavo centenario de la peregrinación de San Francisco de Asís.

“Era algo que ya se conocía; las fragilidades del inmueble se hacen más notables cada día que pasa, y con agua y viento todavía se hacen más evidentes”, ha afirmado el canónigo y director de la Fundación Catedral de Santiago, Daniel Lorenzo. Muchos males para un templo de un tamaño gigantesco, cuya primera piedra se colocó en el año 1075 y que apenas ha tenido intervenciones serias en su estructura.

“Los encuentros de las distintas fases constructivas del templo y las propias cubiertas necesitarían una intervención integral. Este es un edificio muy complicado”, reconoció el director de la Fundación Catedral.

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Plan Director y Plan de Mecenazgo:

El Plan Director del templo recoge con detalle todas las iniciativas para la gestión y la puesta en marcha de una estructura estable de restauración y mantenimiento. Pero las cantidades para una intervención integral como la que necesita la catedral son grandes y en tiempos de vacas flacas parece que se hacen aún más inalcanzables.

El propio Daniel Lorenzo forma parte del equipo de administración del templo, que puso sobre la mesa una nueva forma de gestión y también las necesidades económicas para acometer las obras más urgentes. Una de las ideas de los directivos ha sido la puesta en marcha de un Plan de Mecenazgo. Se trata de que la sociedad en general y los compostelanos en particular colaboren con el mantenimiento de un monumento vital para la ciudad y para Galicia desde el punto de vista económico.

Cifras aportadas por el administrador de la Catedral, Francisco Domínguez, indican que si el templo recibe 2,5 millones de visitantes al año la aportación al PIB de Galicia se sitúa, como mínimo, en unos 1.000 millones de euros.

Restauración de la Fachada del Obradoiro

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Junto a la restauración del Pórtico de la Gloria, ya en marcha y cuya intervención sufraga la Fundación Barrié con más de tres millones de euros, la rehabilitación de la fachada del Obradoiro es un proyecto necesario y urgente para la catedral compostelana. La inversión en la emblemática fachada principal alcanza los 3,7 millones de euros, de los cuales 2 millones son aportados por la propia Catedral y las instituciones públicas.

Las obras ya han comenzado en la torre norte, desde hace un par de meses cubierta por andamios y lonas y con los operarios trabajando ya en ella. Son precisamente los técnicos que actualmente restauran esta torre los que explican que cuando se abren las juntas entre los sillares “brota agua”, como reconoció el director de la Fundación Catedral.
“Necesitamos recaudar 1,7 millones para el desarrollo de un proyecto imprescindible para garantizar la conservación de la catedral”, dice la propia Fundación en su página web. De esta cantidad se han recaudado ya 181.000 euros mediante aportaciones voluntarias.

Se trata de evitar, como el propio Daniel Lorenzo admitió en fechas recientes, que la fachada del Obradoiro quede “a dos colores”, entre otras cuestiones. En este sentido, hay quien piensa que no sería una mala idea que los gestores del Plan de Mecenazgo de la catedral recurriesen a la caridad de Manuel Fernández Castiñeiras, el autor confeso del robo del Códice Calixtino y a quien el fiscal en su escrito de acusación le exige que reponga a la basílica unos 2,3 millones de euros que presuntamente sustrajo de forma continuada de la caja fuerte del templo desde el año 2000. Al menos con esa cantidad garantizaría el desarrollo del proyecto inaplazable de conservación de la fachada del Obradoiro. EFE_Juan Rodil
       
IMÁGENES:  Diferentes fotografías que evidencian el estado en el que se encuentra la Catedral de Santiago de Compostela. EFE