La energía pictórica de Joseph Mallord William Turner en los últimos años de su vida centra una gran exposición que el museo Tate Britain dedica al artista inglés, la primera sobre este periodo, entre 1835 y 1851, fecha de su muerte.

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La exhibición, que abre al público hoy, se podrá ver hasta el próximo 25 de enero y  está dividida en seis salas, en las que se han colgado 180 trabajos de este prolífico paisajista inglés (1775-1851), también llamado el “pintor de la luz”. Titulada “Finales de Turner: Pintura liberada”, la muestra comienza con las obras realizadas en 1835, cuando el artista tenía ya 60 años, hasta las dedicadas a su última importante exposición en la Royal Academy de Londres en 1850.

Con esta exhibición, la galería quiere demostrar que los últimos años de J. M. W. Turner fueron muy productivos e innovadores al recurrir a técnicas y materiales nuevos, con especial énfasis en la luz. Pintor romántico por excelencia, Turner mantuvo un gran interés por la naturaleza en sus últimos años, sobre todo por los paisajes de Alemania, Italia y Dinamarca, los países que más visitó. La Tate Britain exhibe óleos y acuarelas procedentes de distintos museos, además de un par de gafas y una paleta del artista, famoso por la luminosidad y efectos atmosféricos que creaba.

Viajero incansable:

Según la galería, el periodo entre 1835 y 1850 fue el “más destacado” del artista al haber desarrollado la luz y el color con el mayor énfasis, como en la obra “Lluvia, vapor y velocidad”, de 1844, donde los objetos son vagamente reconocibles. Turner, destacado pintor inglés contemporáneo de Constable (1776-1837), fue un viajero incansable y, a pesar de su edad -vivió 76 años-, estuvo en Italia, Francia, Bélgica, Luxemburgo y Austria, además de continuar con sus visitas regulares a Suiza. Con estos viajes, Turner hizo numerosas acuarelas de los lugares visitados, como “Heidelberg, puesta de sol”, pintada en 1842 después de haber visitado esa universidad alemana hasta tres veces.

Las pinturas que le dedicó a Venecia, que centran la segunda sala de la exposición, son consideradas las más importantes del último periodo de vida, como “The sun of Venice going to sea” (1843), “Approach to Venice” (1844) o “Venice the bridge of sighs” (1840). Además del paisaje, sus últimas obras se centraron en temas históricos o bíblicos, como “Tivoli, Tobias and the angel” (1835), “Story of Apollo and Daphne” (1837) o “War. The Exile and the Rock Limpet”, ésta dedicada a Napoleón Bonaparte.

Muestra itinerante:

Entre las obras más destacadas de esta exhibición figuran la serie de acuarelas sobre paisajes suizos de la década de 1840. Según los expertos, el alto nivel de ceniza que había en el ambiente en el siglo XIX en Londres inspiraron mucho a Turner, ya que sus puestas de sol eran inusuales para la época. En sus últimos años, el pintor tuvo especial interés por la actividad marítima, a partir de sus viajes regulares a la costa de Kent (sureste de Inglaterra) para escapar del estrés de Londres. Entre estas obras destaca “Peace. Burial at sea” (1842), pero también otras dedicadas a la actividad ballenera, como “Whalers”.

Esta exposición, cuyo comisario es el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Exeter Sam Smiles, se podrá ver también en el Museo Paul Getty de Los Ángeles (EE.UU.) el año próximo, antes de viajar al Museo Young de San Francisco a finales de 2015.
Nacido en Londres, Turner entró con tan solo 14 años en la escuela de la Royal Academy antes de convertirse en miembro de esta prestigiosa institución en 1802 y profesor de Perspectiva en 1807. EFE_Viviana García.

 

IMAGEN:  Una mujer admira la obra “Desastre en el mar” (1835), del artista inglés Joseph Mallord William Turner, durante la exhibición “Turner Tardío” (Late Turner) en el museo Tate Modern de Londres (Reino Unido), hoy, lunes 8 de septiembre de 2014. EFE