1983 se puede catalogar como un año especial para España. Andy Warhol, mítico artista y principal figura creadora del pop art, viajó de la mano de Fernando Vijande a Madrid para exponer en su galería ‘Pistolas, Cuchillos, Cruces’. Con Andy vino su amigo, profesor y confidente, Christopher Makos, con el objetivo de recoger la cita para el recuerdo futuro. “Warhol & Vijande, cita en Madrid. Más que Imágenes Alteradas by Christopher Makos” recoge a través de fotografías, vinilos, fotolibros, documentación, objetos, un film y obras originales la conexión y fascinación mutua entre Vijande y Warhol tras haberse conocido a finales de los años 60 en la legendaria The Factory de Nueva York

 

Organizada por la Colección Suñol Soler en el Museo Lázaro Galdiano, será una de las exposiciones más esperadas del año. Una muestra con más de una treintena de obras de la exposición creada deliberadamente para la Galería Fernando Vijande. “Warhol & Vijande, cita en Madrid” estará compuesta por fotografías, vinilos, fotolibros, documentación y objetos prestados por el Museo Andy Warhol de Pittsburghque estarán distribuidas por las diferentes plantas del museo. Estará acompañada de “Más que Imágenes Alteradas”,  20 de los retratos más personales de Warhol realizados por Cristopher Makos y focalizados en la identidad de género. 

Begoña Torres, directora del museo, afirma que “seguramente el propio Warhol, también coleccionista, se hubiera sentido cómodo deambulando por el museo y por esta exposición”. La exhibición contará también con las colecciones de los fotógrafos Luis Pérez-Mínguez, Miguel Trillo, Teresa Nieto y Javier Porto, así como la fotografía realizada por Richard Avedon ‘Andy Warhol and Members of the Factory’. Por otro lado, se proyectará la película “Mario Banana” de Warhol, en la que el actor drag Mario Montez pela y lame un plátano de manera provocativa como guiño a las actrices del cine mudo de Hollywood. 

“Este museo le hubiera encantado a Warhol, se hubiera sentido afín como en ningún otro museo”, comenta Makos, que participará en la inauguración en Madrid, en la que además estarán presentes Alaska como testigo directo y madrina del proyecto, Mario Vaquerizo, Fabio McNamara, Topacio Fresh o Ágatha Ruiz de la Prada. Los asistentes podrán disfrutar de ello desde el 17 de mayo hasta el 21 de julio. 

Madrid a principios de 1983

Durante los años 70 y 80, Fernando Vijande viajó con frecuencia a Nueva York, relacionándose con la alta sociedad y los artistas de la Gran Manzana, como Robert Mapplethorpe, Keith Haring o Andy Warhol, entre otros. Gracias a ellos creó un espacio, en el Soho, donde se pudiesen intercambiar las visiones artísticas de ambos lados del mar. Paralelamente, en Madrid, tendría lugar la apertura de la galería Vandrés, plataforma y avanzadilla de muchos de los artistas emergentes e internacionales del momento, suceso que tendría una gran importancia para el galerista.

En 1981 inaugura la galería Fernando Vijande. Un garaje, trasformado en galería de arte con una depurada estética minimalista de loft neoyorkino, que se convertiría en el punto de encuentro de artistas, aristócratas e intelectuales en la época de la transición y durante la Movida. Tras cumplir el primer paso, le propuso a Warhol a principio de los 80 de la creación de una exposición ad hoc para ella. Ambos, junto a Fred Hughes y Bob Colacello, determinaron su simbología atendiendo a elementos relacionados con la Inquisición y la Guerra Civil e introduciendo el Catolicismo. Así nació ‘Pistolas, Cuchillos, Cruces’ (‘Guns, Knives, Crosses’), el mayor hito de la carrera de Vijande.  Con una semana de duración, Warhol visita tierras españolas en lo que supuso un momento histórico en el que, además, se mostró al público estadounidense el auténtico significado de la Movida madrileña y, por ende, de la cultura española. 

Foto Miguel Trillo, Alaska en la sala Rock-Ola, Madrid 1983

“Esta exposición nació del intento por fijar el tiempo y detener lo imposible: el olvido. Y aunque mucho se olvide, al menos quedará esta historia: la historia de un galerista y de un coleccionista, el origen de una colección única y una visita -la de Andy Warhol, nada menos- que siempre figurará como un hito de la transición en España. Al igual que José Lázaro Galdiano, Fernando Vijande se fiaba de su gusto estético, exponía lo que le gustaba, tanto videoarte como arte figurativo, etc. Esta muestra es una cohesión de miradas afines gracias a la cual se crea un diálogo increíble entre dos colecciones y sus protagonistas y donde, de manera espontánea, van confluyendo como si el propio arte lo hubiera unido todo”, expone su hijo Rodrigo Navia-Osorio Vijande.