Tres delicadísimas obras manuscritas con tintas metaloácidas sobre papel hispanoárabe, originarias del fondo de Sant Feliu de Guixols y custodiadas en el Archivo Histórico de Girona.

El estado de conservación en el que se encontraban era tan deficiente, que fueron excluidas de consulta y enviadas al Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) para que se encargase de su restauración. A su llegada, y en vista de que su manipulación era casi imposible, los documentos fueron trasladados inmediatamente al departamento de Biodeterioro para poder ser tratados de manera preventiva y poder evaluar su estado.

Los resultados de los estudios pusieron de manifiesto graves alteraciones provocadas por un severo ataque biológico y altos niveles de humedad. Todo ello, unido a las características propias de los materiales, ocasionó daños como debilidad del papel, compactación de las hojas, ausencia de cubiertas, hojas sueltas, fragmentos desubicados o costuras perdidas. Además, era muy relevante la pérdida de materia, los cercos de humedad, la pérdida de intensidad de las tintas y la perforación y oxidación de algunas de ellas, llegando incluso a la carbonización de parte del texto.

 

 

Para paliar los daños descritos, el IPCE diseñó un tratamiento de restauración que ha consistido en actuaciones como el desmontaje, fichado y reubicación de fragmentos; limpieza superficial y desinfección; lavado; reintegración mecánica; consolidación; reagrupación y repaso; encuadernación y montaje final.

Por último, y con el fin de contribuir a su conservación futura, se ha diseñado un contenedor propio para estas delicadas obras que un día fueron las protagonistas de los primeros registros notariales de Cataluña.