Los herederos de una familia expoliada por los nazis reclaman al Ministerio de Cultura de Austria la restitución del famoso “Friso de Beethoven”, de Gustav Klimt, al considerar que, tras su devolución en 1973, el Estado adquirió de nuevo la obra a un precio inferior al real y bajo fuertes presiones.

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Friso Klimt- Expoliado Nazis- EFE- 17102013
El “Friso de Beethoven”, que se expone en la Secession de Viena, fue expropiado a la familia judía Lederer en 1938, tras la anexión de Austria por la Alemania nazi. Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, el Estado austríaco devolvió la obra a Erich Lederer, el heredero de la familia, pero le prohibió sacar al extranjero ésta y el resto de obras de su colección, amparándose en la legislación de la época.

Austria puso como condición para permitir la salida de las obras que Lederer vendiera el “Friso” a un precio de 750.000 dólares (unos 550.000 euros), muy por debajo del valor de tasación del mercado. El propietario, que tenía problemas económicos, accedió a la venta, y el “Friso” se quedó en Austria, donde fue restaurado. “El Estado le obligó a venderle la obra a un precio muy bajo. No tenía otra posibilidad. Aquella maniobra fue una especie de extorsión”, argumenta Marc Weber, el abogado que representa a parte de los herederos de la familia Lederer.

En el 2009 se aprobó una reforma legal que abrió la puerta a la restitución de obras cuya adquisición por el Estado estuvo relacionada con la ley de veto a la exportación. “Antes no habría sido posible solicitar la devolución porque la ley fue modificada en 2009. Hemos investigado durante años, también la historia de la familia. Y al final concluimos que con la nueva legislación se puede pedir la salida del “Friso de Beethoven”, indica el abogado.

Edificio Secession Viena- EFE- 17102013
Una comisión lo revisará
Una comisión encargada de analizar las solicitudes de restituciones de obras de arte tendrá que examinar el caso y formular una recomendación al Ministerio de Cultura. Según Weber, la familia aún no ha decidido si, en caso de que se le devuelva, el “Friso” se venderá a Austria bajo nuevas condiciones o si será sacado del país. Por su parte, el Ministerio de Cultura indica que aún no tiene constancia oficial de la llegada de la solicitud y que sólo se conoce el asunto por lo publicado en los medios. “No hemos recibido ningún escrito. Normalmente, los solicitantes, la familia, tienen que argumentar la solicitud”, explica Raimund Lang, portavoz del Ministerio.

Lang asegura no poder facilitar más información al no conocer los fundamentos de la demanda y explica que el caso será estudiado con normalidad por el consejo responsable de estos casos en su próxima reunión. En ese sentido, niega que se trate de un caso especial porque esta obra sea tan conocida y que todas las peticiones son tratadas con la misma profesionalidad.

IMÁGENES: Varias personas visitan el “Friso de Beethoven” de Gustav Klimt en la Secession en Viena.  Debajo, fachada del edificio de Secession donde se encuentra el “Friso de Beethoven” de Gustav Klimt en Viena (Austria). EFE